Por Roberto Romero Ospina, Centro de Memoria, Paz y
Reconciliacion
El Centro de
Memoria, Paz y Reconciliación de la Alcaldía de Bogotá, se llenó de visitantes.
Ayer jueves 23 de mayo, a partir de las siete de la noche, decenas de personas,
la mayoría jóvenes, colmaron sus instalaciones para apreciar una de las más
novedosas exposiciones que tienen lugar en Bogota.
Se trata de una
interesante muestra que bajo el titulo “Del 9 de abril a los diálogos de La
Habana”, recrea los hechos de violencia política vividos en el país en los
últimos sesenta años y llama la atención sobre la importancia de los caminos de
paz que se han abierto con las actuales negociaciones para poner fin al
conflicto.
A través de una
sala de 500 metros cuadrados dividida en seis ámbitos, el visitante hace un
recorrido por la historia reciente del país desde los acontecimientos del 9 de
abril de 1948.
“Del 9 de abril
a La Habana porque se trata de dos momentos, uno, de memoria histórica con el
inicio de un ciclo largo de violencias que continúa hasta el presente y La
Habana, porque es la gran oportunidad que tienen los colombianos de cerrar un
conflicto que comenzó en la mitad del siglo pasado y ahora miramos en el
horizonte la posibilidad que se cierre definitivamente para abrir una era
histórica de siglos, pero de paz”, dijo Camilo Gonzalez Posso, director del
Centro de Memoria.
Cada espacio,
ambientado según la época con salas de casas o lugares llenos de objetos
auténticos como electrodomésticos y muebles, narra momentos básicos de la vida
nacional con el apoyo de audiovisuales.
Se busca así la
recreación del espacio y dar un contexto sensorial en el que los visitantes
entran en el ambiente de la época interactuando con las piezas expuestas.
Aparecen revistas de aquellos tiempos y libros de comics, por ejemplo, que al
abrirlos se encuentra una pequeña pantalla que narra un hecho crucial de
acontecimientos políticos
Es un activo
descubrimiento de los pasos andados por la nación en búsqueda de la paz,
valiéndose, por ejemplo, de una réplica exacta de una café de 1950 cuyos platos
y pocillos de los parroquianos llevan incrustadas frases que narran, en una
breve frase, lo que ocurrió.
“Este es un
espacio incluyente, de participación de todos los visitantes. No se trata de
una exposición de museo donde la gente va a ver lo que otros hicieron y dar una
opinión. Se trata de un espacio participativo para que los aportes y
comentarios de manera que entre todos hagamos nuevos relatos que nos permitan a
aproximarnos al compromiso por la paz”, añade González.
Cesar Almanza,
funcionario público de alto nivel como se describió, 45 años, indicó a esta
pagina que “la exposición es una muestra muy completa e interesante de los que
hemos vivido en estos 60 años y espero que venga mucho publico a conocer
nuestra historia”.
La caja de
sorpresas culmina en la sala final que retrata el escenario de La Habana donde
los visitantes pueden, a través de unos juegos apuntarle a la búsqueda de la
paz y tras ambientarse sobre el tema con un documental y varios elementos
gráficos.
Paula Garcia,
una sicologa de 32 años, anotó que le llama la atención “la profusión de
imagenes y la estructura que permite pasar de un ambiente a otro como un salto
en el tiempo que resume todos estos años olvidados”,
No podía faltar
el entorno dedicado a los millones de desplazados a través de las
intervenciones artísticas de Oscar Manuel Escarraga y Casa de la Mujer con su
propuesta “La casa soñada”, que incluso construyó una vivienda real para una
familia despojada por la violencia a la entrada del Centro de Memoria.
La exposición
comprometió el trabajo de un equipo de quince personas, entre ellos varios
artistas invitados y la investigación del Centro de Memoria bajo la curaduría
de María del Mar Pizarro. La muestra estará abierta al público hasta el 24 de
septiembre con un horario de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.
Av, 26 o Jorge
E. Gaitan con carrera 19B, Bogota
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